A las personas que padecen Alzheimer la última cosa que se les olvida es la firma. En muchas ocasiones se han olvidado prácticamente de escribir un texto, pero la firma es esa esencia de la persona que pervive. Esto es así porque en los casos de Alzheimer, normalmente, lo primero que olvidamos son los últimos conocimientos que hemos adquirido, mientras que los primeros perduran más tiempo, según estudios médicos.
Además, otra de las principales características es que normalmente el nombre propio está mejor diseñado que el del primer apellido y éste a su vez está mejor que el segundo apellido. Esto se debe a que el nombre propio es el que más utilizamos, escuchamos y escribimos desde que tenemos uso de razón.
Por otro lado, el grafismo de la firma es algo que utilizamos prácticamente casi toda nuestra vida, por lo que es muy difícil que se deteriore o se olvide. Sin embargo, la realidad es que, la firma de personas con edad avanzada se puede ver perjudicada por otras patologías o enfermedades como pueden ser afectaciones en el sistema nervioso o en la vista, temblores o artrosis, entre otras.
En este contexto, es muy importante que un perito caligráfico preste atención a la firma de las personas con edad avanzada para que pueda averiguar si, realmente, tiene una enfermedad cognitiva o más bien padece de cualquier otra patología que puede surgir en la vejez.
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