El sistema de reconocimiento facial es una aplicación dirigida por ordenador que identifica automáticamente a una persona en una imagen digital. Esto es posible mediante un análisis de las características faciales del sujeto extraídas de la imagen o de un fotograma clave de una fuente de vídeo, y comparándolas con una base de datos, es decir, el programa de reconocimiento facial aplica una especie de rejilla al rostro que mide las distancias entre los ojos, la nariz, la boca, etc. y busca coincidencias con las imágenes de las que ya se dispone. Se trata pues, de algo muy parecido a lo que solemos ver en las películas o series de televisión, cuando se coteja la imagen de un sospechoso con las fichas de una base de datos para saber si éste está fichado por la policía y, poder así identificarlo.
Precisamente,
pese a que pueda parecer sólo un recurso cinematográfico sin
aplicación real, actualmente la situación es justo la contraria. El
reconocimiento facial se ha convertido en los últimos años en un
área de investigación activa que abarca diversas disciplinas, como
el procesado de imágenes, la visión por ordenador, el
reconocimiento de patrones y las redes neuronales. De hecho, esta
disciplina se aborda desde una doble vertiente, involucrando tanto a
investigadores del área informática como a neurocientíficos y
psicólogos.
Además,
incluye también el reconocimiento de objetos. En este caso, la cara
es un objeto tridimensional sujeto a variaciones de iluminación,
posición, etc. que se compara con su proyección en 2 o 3
dimensiones dependiendo de la técnica utilizada.
En
el caso de Can Vies, no obstante, la identificación puede resulta
más compleja, ya que muchos de los autores de los atentados
realizaron los actos vandálicos con la cara cubierta, usando
pañuelos o bufandas para cubrir total o parcialmente sus rostros.
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