Andamios, máquinas, grúas y vallas de seguridad, pero ni
rastro de cualquier trabajador. Esa es la triste estampa que refleja el
Palacio de Deportes desde hace casi un año, donde las inclemencias
meteorológicas y los trabajos inacabados han provocado los primeros
desperfectos. Tanto es así que las láminas de caucho y aluminio que
instaladas en la cubierta para impermeabilizar la estructura se están
levantando en algunos puntos y en otrosya están descolgadas.
El estado de las obras del Palacio de Deportes volvió a
ser ayer el punto caliente del Pleno del Ayuntamiento. El Grupo
Municipal Socialista preguntó otra vez por los retrasos en las obras,
pero esta vez fue más allá y denunció el deterioro que sufre parte del
edificio, precisamente por las continuas interrupciones de los trabajos
de construcción.
El último parón comenzó en noviembre y se debió a las
diferencias económicas entre el Ayuntamiento de Cartagena y las
constructoras Dragados y Emurtel. Las empresas piden un millón de euros
más de lo previsto por los trabajos, que evitaría tener que rescatar el
contrato y convocar un nuevo concurso público. Las primeras reuniones se
celebraron en febrero, pero nada se resolvió. El equipo de gobierno
sigue negociando desde entonces con la empresa, según el concejal de
Deportes, José Cabezos. El edil quería dejar zanjado el asunto antes de
que acabara el verano, pero ayer indicó que «aún está en vías de
solución. No es fácil, es muy complejo llegar a un acuerdo».
3,5 millones de euros
El conflicto obedece a que la Unión Temporal del Empresas
(UTE) formada por Dragados y Emurtel pactó en el año 2009 con el
Gobierno municipal una revisión de precios de tres millones de euros, lo
que dejaba el coste definitivo del edificio en 17,8 millones de euros.
Pero desde finales del año pasado reclama un abono adicional en concepto
de liquidación.
En ese punto es donde chocan ambas partes y lo que ha
provocado el retraso en la continuación de las obras. Ya a mediados de
mayo, la alcaldesa Pilar Barreiro advirtió de que se acumulaba demasiado
tiempo con una «disparidad de criterios» entre la administración local y
la constructora, y que si esa situación se prolongaba, el Ayuntamiento
iba a denunciar el incumplimiento del contrato.
Incluso, hubo advertencias de que si no había acuerdo
antes de septiembre se rescataría la obra y se convocaría un nuevo
concurso público. En este sentido el concejal aclaró ayer que «no se
llegará a ese extremo», y que intentará llegar a un acuerdo con las
constructoras, aunque advirtió de «no se pagará ni un euro más de lo
estrictamente necesario».
Estado de deterioro
En el turno de preguntas del Pleno fue el concejal
socialista César Delgado quien interpeló a José Cabezo para que diera
explicaciones sobre ese asunto. Antes denunció el estado de deterioro
que sufre la cubierta y dijo que «el día que se tengan que reanudar los
trabajos habrá que arreglar primero los desperfectos, por lo que habrá
que pagar aún más. Hay láminas que se han levantado y por efecto de la
lluvia y el sol se han hinchado».
En su opinión, que se estén deteriorando las
instalaciones también se podría deber a una estrategia de la empresa
para que ésta solicite una modificación obligatoria del contrato.
Para el edil socialista, la obra no lleva visos de que se
pueda acabar en breve. En su opinión, la última pausa también podría
ser intencionada por parte del Ayuntamiento, para demorar el pago del
dinero que le exige la empresa.
«Se está dando una mala imagen con esta obra. No puede
ser que un Palacio de Deportes, que estaba previsto que estuviera en
marcha en 2008 o 2009, aún esté en esta situación», dijo el concejal
socialista después de la celebración del Pleno.
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